MARQUESINA

EL "PENSAMIENTO SISTÉMICO" EN COMBINACIÓN CON EL "PENSAMIENTO COMPLEJO" PROVEE UNA ESTRATEGIA GENERAL INCLUYENTE Y CAPAZ DE DIALOGAR CON LA DIVERSIDAD.

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PUBLICACIONES: LIBROS Y ARTÍCULOS

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CLIMA Y CULTURA ORGANIZACIONAL: 
SE DISTANCIAN O ACERCAN 
PARA EL CUMPLIMIENTO DEL PROPÓSITO EMPRESARIAL?
  
                                                                                                         
Ricardo Chaparro, Juan Hernández, Thais Hernández, Adolfo Primera 

PREÁMBULO


     La sociedad actual aún se rehúsa a los cambios, ya sea por desconocimiento, por temor a la pérdida de poder, al conocimiento de nuevas culturas y su estudio como herramienta de impulso de los procesos sociales; puesto que, es de vital importancia, que las organizaciones construyan su propia cultura organizacional, ya que de ella dependerá en gran medida la misión, la visión, las metas, los objetivos, las estrategias, que no sólo darán vida a la organización como un todo, sino que a su vez, influenciará en cada uno de los individuos como un ente protagónico.

     Es por ello que, la cultura organizacional permite afrontar retos del entorno con la finalidad de cumplir con los objetivos y metas propuestos por la organización además de satisfacer las necesidades, siendo que ésta es un factor netamente influyente en el éxito organizacional y va incidir de manera significativa. De manera que, es imperante que las organizaciones diseñen sus estrategias en función de sus capacidades de aprendizaje, debido a que, se encuentran inmersas en situaciones conducentes al caos, lo que genera niveles de cambios y experimentación, que lo conllevarán al encuentro de soluciones netamente nuevas, desarrollando así diferentes capacidades, que permitan resolver problemas en función de la integración, adaptación e interacción, de manera que, éste podrá ajustarse a una nueva situación siempre y cuando tenga mayor capacidad de experiencia y conocimiento.

     Por lo tanto, esta realidad permite que el conocimiento que se encuentra englobado en la cultura y el clima organizacional este orientado a fortalecer a las empresas, a las instituciones; donde los sujetos que las conforman se sientan comprometidos con la organización, aumentando no sólo la eficiencia y eficacia en su rol protagónico como ente fundamental, sino que con trabajo grupal puedan dar respuestas a las necesidades que requiere los cliente.

     Es allí donde el desarrollo organizacional debe estar ligados intrínsecamente con la solución de los problemas; deben ser adaptativos, deben ser manejados de forma participativa; ser flexibles desde el punto de vista interno como externo; debe ser retroalimentado en el espacio y tiempo, así como entre el sujeto y el objeto; al  tomarse en cuenta la participación esta debe estar ligada a una planificación estratégica organizacional que responda a la organización y a los miembros que la integran, por lo que, si se logran unir todas las variables incidentes en la cultura organizacional, las empresas podrán ser sustentables económicamente, les permitirá preservarse en el tiempo desde el punto de vista operativo, serán innovadoras, eficientes, eficaces, y por ende, dar una respuesta satisfactoria al cliente y a su entorno


DESARROLLO

1.- Aproximación Teórica de la Cultura y Clima Organizacional (CO)

Reiterando nuevamente que la cultura organizacional abarcaría de manera sistémica todos los procesos inherentes de la organización, es decir, la concepción de valores y creencias compartidas por cada uno de los integrantes de la misma, siendo así la cultura organizacional la identidad propia de cada organización; y considerando a Salazar y otros (2.009) cuando hacen hincapié en que la cultura organizacional contribuye a la competitividad del entorno empresarial, es decir, puede facilitar o dificultar la solución de problemas relacionados con la adaptación, adecuación e integración a nivel externo como interno.Por lo antes planteado, se debe de considerar que en la realidad cultural está inmerso el componente humano con todas sus complejidades y por ende la subjetividad de ésta; es por ello que dentro de esa interacción cooperativa se encuentra presente la cultura dentro de las organizaciones, de manera que, una de las características fundamentales dentro de la cultura organizacional son las prácticas de dirección, liderazgo, supervisión y ejecución de las tareas las cuales están definidas por el accionar de sus miembros. Esta suma de rasgos le confiere un carácter único, particular y definido a la organización lo que hace posible distinguirla de otras, los valores centrales adquiridos son compartidos por la gran mayoría de los miembros de la organización (Aguilar y otros, 2.009).
Para la comprensión y evaluación de la cultura y clima organizacional, diferentes autores proponen teorías, modelos e instrumentos con la finalidad de establecer dimensiones e indicadores que determinan la eficiencia de dichos términos[1] :

Teoría del clima organizacional de Likert

Establece que el comportamiento asumido por los subordinados depende directamente del comportamiento administrativo y las condiciones organizacionales que los mismos perciben, por lo tanto se afirma que la reacción estará determinada por la percepción. Likert establece tres tipos de variables que definen las características propias de una organización y que influyen en la percepción individual del clima. En tal sentido se cita:
a) Variables Causales: Definidas como variables independientes, las cuales están orientadas a indicar el sentido en el que una organización evoluciona y obtiene resultados. Dentro de ellas se citan la estructura organizativa y administrativa, las decisiones, competencia y actitudes.
b) Variables Intermedias: están orientadas a medir el estado interno de la institución, reflejado en aspectos tales como: motivación, rendimiento, comunicación y toma de decisiones. Estas variables revistan gran importancia ya que son las que constituyen los procesos organizacionales como tal de la institución.
c) Variables Finales: Estas variables surgen como derivación del efecto de las variables causales y las intermedias referidas con anterioridad, están orientadas a establecer los resultados obtenidos por la organización tales como productividad, ganancia y pérdida.
La interacción de estas variables trae como consecuencia la determinación de dos grandes tipos de clima organizacionales, estos son:
1.      Clima de tipo autoritario.
1.1.   Sistema I. Autoritario explotador: se caracteriza porque la dirección no posee confianza en sus empleados, el clima que se percibe es de temor, la interacción entre los superiores y subordinados es casi nula y las decisiones son tomadas únicamente por los jefes
1.2.   Sistema II. Autoritarismo paternalista: se caracteriza porque existe confianza entre la dirección y sus subordinados, se utilizan recompensas y castigos como fuentes de motivación para los trabajadores, los supervisores manejan mecanismos de control. En este clima la dirección juega con las necesidades sociales de los empleados, sin embargo da la impresión de que se trabaja en un ambiente estable y estructurado
Los climas de tipo autoritario corresponden a un clima cerrado, donde existe una estructura rígida por lo que el clima es desfavorable.
2.      Clima de tipo Participativo.
2.1.   Sistema III. Consultivo: se caracteriza por la confianza que tienen los superiores en sus subordinados, se les es permitido a los trabajadores tomar decisiones específicas, se busca satisfacer necesidades de estima, existe interacción entre ambas partes existe la delegación. Esta atmósfera está definida por el dinamismo y la administración funcional en base a objetivos por alcanzar.
2.2.   Sistema IV. Participación en grupo: existe la plena confianza en los trabajadores por parte de la dirección, toma de decisiones persigue la integración de todos los niveles, la comunicación fluye de forma vertical-horizontal - ascendente - descendente. El punto de motivación es la participación, se trabaja en función de objetivos por rendimiento, las relaciones de trabajo (supervisor - supervisado) se basa en la amistad, las responsabilidades compartidas. El funcionamiento de este sistema es el equipo de trabajo como el mejor medio para alcanzar los objetivos a través de la participación estratégica.
Los climas de tipo participativo corresponden a un clima abierto con una estructura flexible creando un clima favorable dentro de la organización. Likert diseño su cuestionario considerando aspectos como:
a) Método de mando: manera en que se dirige el liderazgo para influir en los trabajadores.
b) Características de las fuerzas motivacionales: estrategias que se utilizan para motivar a los empleados y responder a las necesidades.
c) Características de los procesos de comunicación referido a los distintos tipos de comunicación que se encuentran presentes en la institución y como se llevan a cabo.
d) Características del proceso de influencia referido a la importancia de la relación supervisor - subordinado para establecer y cumplir los objetivos.
e) Características del proceso de toma de decisiones; pertenencia y fundamentación de los insumos en los que se basan las decisiones así como la distribución de responsabilidades.
f) Características de los procesos de planificación: estrategia utilizada para establecer los objetivos organizacionales.
g) Características de los procesos de control, ejecución y distribución del control en los distintos estratos organizacionales.
h) Objetivo de rendimiento y perfeccionamiento referido a la planificación y formación deseada.

Teoría del clima organizacional de Litwin y Stringer

Figura 1: Esquema del Clima Organizacional Litwin y Stringer. Tomado de Contreras (2009)


1.      Sistema Organizacional: hace referencia a los hábitos de trabajo de la organización, lo que se hace y se utiliza cotidianamente para hacer funcionar la empresa, es por eso que en el esquema se menciona la tecnología o las prácticas de administración. Estos componentes en conjunto definirán el funcionamiento de la organización.
2.      Ambiente Organizacional: La teoría de los profesores Litwin y Stringer, establece nueve factores que a criterio de ellos, repercuten en la generación del Clima Organizacional:
a)      Estructura: Hace referencia a la forma en que se dividen, agrupan y coordinan las actividades de las organizaciones en cuanto a las relaciones entre los diferentes niveles jerárquicos, indistintamente de la posición en el nivel. Su fundamento tiene una relación directa con la composición orgánica, plasmada en el organigrama, y que comúnmente se conoce como Estructura Organizacional.
b)      Responsabilidad: va ligado a la autonomía en la ejecución de la actividad encomendada y guarda a su vez, una estrecha relación con el tipo de supervisión que se ejerza sobre las misiones dadas a los trabajadores.
c)      Recompensa: ¿Qué se recibe a cambio del esfuerzo y dedicación y ante todo de los buenos resultados obtenidos en la realización del trabajo? Un salario justo y apropiado, acorde con la actividad desarrollada, constituye el primer incentivo en una relación laboral.
d)     Desafío: En la medida que la organización promueva la aceptación de riesgos calculados a fin de lograr los objetivos propuestos, los desafíos ayudarán a mantener un sano clima competitivo, necesario en toda organización.
e)      Relaciones: Estas se fundamentarán en el respeto interpersonal a todo nivel, el buen trato y la cooperación, con sustento en base a la efectividad, productividad, utilidad y obediencia, todo en límites precisos, sin que se torne excesivo y llegue a dar lugar al estrés, acoso laboral (mobbing) y otros inconvenientes de este estilo.
f)       Cooperación: Está relacionado con el apoyo oportuno, con el nacimiento y mantenimiento de un espíritu de equipo en vías de lograr objetivos comunes relacionados a su vez, con los objetivos de la empresa.
g)      Estándares: establece un parámetro o patrón que indica su alcance y cumplimiento. En la medida que los estándares sean fijados con sentido de racionalidad y ante todo de que puedan ser logrados sin exagerar los esfuerzos necesarios para ello, los miembros del grupo percibirán estos, con sentido de justicia o de equidad.
h)      Conflicto: será generado por las desavenencias entre los miembros de un grupo. Este sentimiento bien podrá ser generado por motivos diferentes: relacionados con el trabajo o bien con lo social y podrá darse entre trabajadores de un mismo nivel o en la relación con jefes o superiores.
i)        Identidad: es el sentido de pertenencia, es el orgullo de pertenecer a la empresa y ser miembro activo de ella y tener la sensación de estar aportando sus esfuerzos por lograr los objetivos de la organización.
3.      Motivación Producida: las necesidades motivan a las personas para alcanzar su propia satisfacción, de acuerdo a como el individuo percibida el clima organizacional se van a dar dichas motivaciones. La motivación nace de la búsqueda de la satisfacción de necesidades, las primeras tres que se exponen en el esquema son las necesidades propuestas por John Atkinson pero podrían mencionarse también las necesidades que enuncia Alderfer (existenciales, de relación y de crecimiento) o las muy bien conocidas Maslow (Autorrealización, necesidades de estima, necesidades sociales o de pertinencia, necesidades de seguridad, necesidades fisiológicas).
4.      Comportamiento emergente: para alcanzar la eficiencia en las actividades desempeñadas en la empresa, es necesario estudiar el comportamiento de los individuos y los grupos dentro de la organización. A partir de la observación del comportamiento de los trabajadores se pueden determinar las modificaciones necesarias para mejorar el funcionamiento de la organización.
5.      Consecuencias para la organización: dependiendo de las percepciones que cada uno de los integrantes de la empresa tenga acerca de ésta, se generarán diversas consecuencias determinantes para la organización. La importancia que representa el esquema reside en que mejorando el clima organizacional, se pueden producir mejoras en toda la organización.
Modelo de Pritchard y Karasick
Se basan en once dimensiones: autonomía, conflicto, cooperación, relaciones sociales, estructura, remuneración, rendimiento, motivación, status, centralización de la toma de decisiones y flexibilidad de innovación.
1.      Autonomía: se trata del grado de libertad que el individuo puede tener en la toma de decisiones y en la forma de solucionar los problemas.
2.      Conflicto y cooperación: esta dimensión se refiere al nivel de colaboración que se observa entre los empleados en el ejercicio de su trabajo y en los apoyos materiales y humanos que éstos reciben de su organización.
3.      Relaciones Sociales: se trata del tipo de atmósfera social y de amistad que se observa dentro de la organización.
4.      Estructura: esta dimensión cubre las directrices, las consignas y las políticas que puede emitir una organización y que afectan directamente la forma de llevar a cabo una tarea.
5.      Remuneración: este aspecto se apoya en la forma en que se remunera a los trabajadores.
6.      Rendimiento: es la relación que existe entre la remuneración y el trabajo bien hecho y conforme a las habilidades del ejecutante.
7.      Motivación: esta dimensión se apoya en los aspectos motivacionales que desarrolla la organización en sus empleados.
8.      Estatus: se refiere a las diferencias jerárquicas (superiores/subordinados) y a la importancia que la organización le da a estas diferencias.’
9.      Flexibilidad e innovación: esta dimensión cubre la voluntad de una organización de experimentar cosas nuevas y de cambiar la forma de hacerlas.
10.  Centralización de la toma de decisiones: analiza de qué manera delega la empresa el proceso de toma de decisiones entre los niveles jerárquicos/
11.  Apoyo: este aspecto se basa en el tipo de apoyo que da la alta dirección a los empleados frente a los problemas relacionados o no con el trabajo.
Modelo de Halpin y Crofts
Se basan en ocho dimensiones, las cuales fueron determinadas a través de un estudio realizado en una escuela pública, de esas ocho dimensiones, cuatro apoyaban al cuerpo docente y cuatro al comportamiento del Director; estas dimensiones son desempeño: implicación del personal docente en su trabajo; obstáculos: sentimiento del personal docente al realizar las tareas rutinarias; intimidad: percepción del personal docente relacionado con la posibilidad de sostener relaciones amistosas con sus iguales; espíritu: satisfacción de las necesidades sociales de los docentes; actitud distante: comportamientos formales e informales del director donde prefiere atenerse a las normas establecidas antes de entrar a una relación con sus docentes; importancia de la producción: comportamientos autoritarios y centrados en la tarea del director; confianza: esfuerzos del director para motivar al personal docente y consideración: referido al comportamiento del director que intenta tratar al personal docente de la manera más humana.

Modelo de Brunet

Este autor afirma que para evaluar el clima de una organización es indispensable asegura que el instrumento de medición comprenda por lo menos cuatro (4) dimensiones:
1.      Autonomía Individual: esta dimensión incluye la responsabilidad, la independencia de los individuos y la rigidez de las leyes de la organización. El aspecto primordial de esta dimensión es la posibilidad del individuo de ser su propio patrón y de conservar para él mismo un cierto grado de decisión.
2.      Grado de estructura que imponen el puesto: esta dimensión mide el grado al que los individuos y los métodos de trabajo se establecen y se comunican a los empleados por parte de los superiores.
3.      Tipo de recompensa: se basa en los aspectos monetarios y las posibilidades de promoción.
4.      Consideración, agradecimiento y apoyo: se refieren al estímulo y al apoyo que un empleado recibe de su superior.
Modelo de Bower y Taylor

Estos profesores de la Universidad de Michigan estudiaron cinco grandes dimensiones para analizar el clima organizacional:

1.      Apertura a los cambios tecnológicos: se basa en la apertura manifestada por la dirección frente a los nuevos recursos o a los nuevos equipos que pueden facilitar o mejorar el trabajo a sus empleados

2.      Recursos Humanos: se refiere a la atención prestada por parte de la dirección al bienestar de los empleados en el trabajo.

3.      Comunicación: esta dimensión se basa en las redes de comunicación que existen dentro de la organización así como la facilidad que tienen los empleados de hacer que se escuchen sus quejas en la dirección.

4.      Motivación: se refiera a las condiciones que llevan a los empleados a trabajar más o menos intensamente dentro de la organización/

5.      Toma de decisiones: Evalúa la información disponible y utilizada en las decisiones que se toman en el interior de la organización así como el papel de los empleados en este proceso.

Modelo de Aproximación de Valores Alternativos de R. Quinn


El modelo de Quinn sugiere dos dimensiones o ejes que permiten caracterizar a las organizaciones y los modelos organizacionales: Flexibilidad vs. Control y Orientación Interna vs. Orientación Externa. Mientras la flexibilidad indica la tendencia hacia la descentralización y la diferenciación, el control señala la tendencia hacia la centralización y la integración en la organización. Por su parte, la orientación interna indica que la organización está dirigida hacia sus propios procesos y empleados, mientras que la orientación externa representa la relación existente de la organización con su entorno.
La combinación de estas dos dimensiones origina cuatro orientaciones de clima y cultura organizacional para describir las organizaciones, dentro de las cuales están: la orientación de Apoyo (configurada por la flexibilidad y la orientación hacia el individuo, y caracterizada por la confianza personal, la apertura hacia los demás, el compromiso con los compañeros, las relaciones interpersonales, etc.), la orientación de la Innovación (configurada por la flexibilidad y la orientación hacia la organización, y caracterizada por la apertura a nuevas ideas, el apoyo a cambios tecnológicos, etcétera), la Orientación de Reglas (configurada por el control y* la orientación hacia el individuo, y caracterizada por el respeto a las reglas, al orden impuesto y a las jerarquías establecidas), y la Orientación hacia Metas (configurada por el control y la orientación hacia la organización, y caracterizada por la búsqueda de los objetivos establecidos, búsqueda de resultados óptimos y de eficiencia en la organización). 

Figura 2: Modelo de Quinn. Tomado de: González y otros (2.009)



El modelo de Schein

Schein propuso una estructura de "iceberg" en la cual es posible encontrar tres elementos centrales vinculados entre sí a través de constantes interrelaciones entre ellos. El modelo de Schein de la cultura organizacional en forma de pirámide contiene:
1.      Artefactos y conducta: está compuesto por los aspectos más observables del comportamiento humano como ritos, rituales, símbolos y mitos; todos ellos fácilmente perceptibles y colocados en la parte superior de la pirámide cultu­ral, donde cualquier persona los puede observar sin mayores esfuerzos.
2.      Las creencias: son consideradas afirmaciones de facto, como un conjunto de formas de pensar y actuar que han sido estructuradas a lo largo de la vida de la organización y que sirven como punto de referencia para evaluar y conducir la conducta de sus miembros. Los valores son vistos como todo "aquello que tiene que ser», como un dogma, como un cuerpo de principios inviolables que p tales pensamientos han impuesto dentro de una determinada cultura organizacional.
3.      El mundo subyacente: representa aquellos supuestos que son tornados como una verdad sin discusión; son difíciles de cuestionar y a un mismo tiempo casi imposibles de justificar. La diferencia con los valores y creencias es bastante sutil, aunque estos supuestos se encuentran más enraizados en la tradición y la forma de hacer las cosas. Por ello es posible encontrar situaciones relacionadas con afirmaciones que socialmente están básicamente bien o básicamente mal, sin tener explicaciones satisfactorias para ellas, dándose "porque sí'. Las relaciones humanas, la concepción del tiempo y la imposición de ciertas reglas son algunos ejemplos de este tipo de suposiciones generalmente aceptadas pero no científicamente demostradas.
Schein argumento que no obstante que las dos primeras dimensiones reflejan una cultura organizacional, solo la tercera representa su verdadera esencia, lo cual significa de alguna manera que los su­puestos (el mundo subyacente) acerca de cómo y por qué se deben hacer ciertos procesos en la organización deben convertirse en el eje de muchas decisiones dirigidas a implementar una cultura organizacional orientada al mercado.

Figura 3: Modelo de Shein. Tomado de Paramo (1998)


Modelo de la dinámica cultural

Hatch sugirió un nuevo modelo que combina la teoría de Schein con algunas ideas provenientes de una perspectiva simbólico-interpretativa. Este nuevo modelo denominado dinámica cultural además de tratar de articular los procesos de manifestación, realización, simbolización e interpretación, provee un marco conceptual dentro del cual discutir el dinamismo de las culturas organizacionales. Para cada uno de ellos, Hatch presenta la óptica tanto proactiva como retroactiva intentando articularlas en una perspectiva mucho más dinámica, introduciendo, a su vez, los símbolos, como un elemento novedoso.
Según este planteamiento de Hatch, todos los procesos coocurren en una continua producción y reproducción de la cultura, vista en condiciones estables y también de permanentes cambios. Así, la visión dinámica reconoce de igual manera a la estabilidad y al cambio como un resultado de los mismos procesos.

Figura 4: Modelo de la dinámica cultural de Hatch. Tomado de: Paramo (2.001)


1.      La manifestación contribuye a la constitución de la cultura organizacional mediante la traducción intangible de las suposiciones — assumptions— en valores reconocibles. Desde la perspectiva proactiva, la manifestación provee expectativas que influyen en la percepción, los sentimientos y los comportamientos. A través de estas expectativas, los miembros de la organización se hacen conscientes de sus valores sin ser conscientes de los supuestos básicos sobre los cuales se han fundamentado sus propias experiencias. En la perspectiva retroactiva, la manifestaci6n actualiza las suposiciones para alinearlas con los valores que son activamente reconocidos dentro de la cultura.
2.      El proceso de realización es el que proporciona la tangibilidad de los artefactos. En términos del modelo de la dinámica cultural, la realización proactiva es responsable de la transformación de valores en artefactos, mientras que la realización retroactiva tiene el potencial de transformar los valores y expectativas haciéndolos aparecer de manera diferente, más que verlos en su propio proceso de realización proactiva como artefactos. La realización proactiva no está relacionada ni con la promulgación ni con el concepto de la materialización de las ideas; este proceso ocurre debido a la actividad que les da sentido a las expectativas reveladas mediante el proceso de la manifestación. Es decir, la realización sigue a la manifestación, solo si las expectativas y sus valores asociados encuentran su propio camino hacia la actividad que hace tangible los resultados. El modo retroactivo de la realización se dirige a la contribución pos­terior que pueden hacer los artefactos a los valores y a las expectativas en relación con cómo deben ser mis cosas.
3.      El proceso de simbolización ha despertado y hecho crecer el gran debate que existe entre quienes argumentan que los símbolos están implícitos en los arte­factos y quienes enfatizan la necesidad de tener una interpretación separada para todos los artefactos y, en consecuencia, creen que los análisis deben ser hechos en instancias diferentes. En la tendencia interpretativa simbólica, un símbolo es definido como cualquier cosa que representa una asociación consciente o inconsciente con algo usualmente mucho más abstracto, más conceptual, más significativo. Así, la simbolización se refiere a la creación de significados culturalmente contextualizados a través del uso prospectivo de los objetos, las palabras y las acciones. En tanto los objetos son transformados en símbolos, el mundo dinámico se constituye en el campo simbólico de una cultura. El campo simbólico, entonces, cambia en apariencia los arte­factos incluyéndolos con el encanto de un significado adicional.
4.      La interpretación reconstruye los símbolos y revisa los supuestos básicos en términos tanto de experiencias como de suposiciones culturalmente establecidas. Es de­cir, la dinámica cultural sugiere que la interpretación contextualiza las experiencias de la simbolización actual mediante la evocación de un marco cultural más amplio, tornado como punto de referencia para construir un significado aceptable. Mientras que el modo prospectivo de la interpretación desafía las suposiciones básicas, el modo retrospectivo reconstruye el significado de los símbolos a través de la retroalimentación que proporciona el mismo movimiento interpretativo.
Luego de haber realizado un esbozo acerca de las teorías y/o modelos para la medir o evaluar el clima organizacional, es preciso resaltar que la cultura dentro de las organizaciones puede reflejarse como un sistema de valores compartidos que se encuentran inmersos en la misma y además serán transmitidos a los nuevos miembros de la organización, estos valores definirán el comportamiento de dichos miembros, reflejándose claramente las políticas empresariales, las estrategias definidas, la tecnología empleada, la estructura característica, el estilo gerencial, las relaciones con el ambiente y la con­ducta individual u organizacional, entre otros factores así como en sus prácticas usuales.
Quedando claro que la cultura organizacional es un factor característico y/o determinante en la vida interna y de cómo enfrentarán los cambios que exige actualmente la sociedad, todo con la finalidad de darle coherencia a las actividades desarrolladas en procura de alcanzar sus objetivos, es decir, responder a las demandas del entorno y con ello ir construyendo una estructura que vaya programando el comportamiento colectivo en función de ir garantizando la flexibilidad necesaria para adecuarse paulatinamente a dichos cambios.
En función de lo antes planteado, es importante resaltar lo afirmado por González y otros (2.009) cuando señala lo siguiente:
…la cultura organizacional es un factor de éxito en las organizaciones, también es cierto que es un elemento organizacional difícil de manejar; puesto que una cultura profundamente arraigada, puede ser difícil de cambiar "... los viejos hábitos son difíciles de erradicar..." (Armtrong, 1991, et. al). Pese a presentarse esa dificultad, pensamos que la cultura sí puede ser gerenciada y transformada; pero el éxito que se puede obtener de ese cambio sólo dependerá en gran manera de la constancia, perseverancia y sobre todo del grado de madurez que tenga la organización y sobre todo la voluntad de la Alta Gerencia y/o dirección. (p.12)

Ahora bien, el proceso gerencial cobra mayor fuerza debido a que es un elemento clave para el éxito de las organizaciones, de manera que la gerencia actual debe diseñar estrategias donde el clima y la cultura organizacional no sean marginados, simplemente sean considerados y se extraigan los principios y valores que subyacen en ellos, es decir, que planifique en función de los principios, valores, clima, cultura y estilo gerencial.
2.- Realidad Organizacional: Instituto Nacional de Investigaciones Agrícola (INIA)

Misión del INIA

Impulsar la innovación tecnológica agroalimentaria para optimizar la función producción en el sistema agroalimentario nacional, bajo la estructura social comunal, en el marco del modelo agrario socialista.

Visión del INIA

Ser la principal institución componente del sistema agrario nacional, dedicado a la innovación agroalimentaria, que fortalece los valores éticos socialistas del modelo agrario vigente, como instrumento para la nueva sociedad; que reconoce y promueve la cultura ancestral, tradicional, formal e informal en la consolidación del socialismo revolucionario, científico y bolivariano.

Organigrama


Figura 5: Organigrama del INIA. Tomado de: Manual de Normas y Procedimientos Administrativos INIA (2005)


En la actualidad, el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícola (INIA), como parte de la Administración Pública venezolana transita su propia transformación en plena correspondencia a la dinámica que impone el devenir político venezolano. En este sentido, el INIA asume esta transformación desde el cambio de su misión, objetivos estratégicos reflejándose esto en las relaciones laborales a lo interno de esta organización.

Las  transformaciones en el ámbito organizacional del INIA se remontan a  la segunda quincena del mes de Junio del año  2007, tiempo en el cual, hasta ese momento  se ejecutaban las actividades de investigación agregadas en la figura de proyectos y distribuidas geográficamente  en 19 estados del país.  La principal actividad del INIA era la investigación agrícola como proceso medular en el accionar institucional y vinculado a su ente de adscripción el Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y Tecnología, reflejado esto en la Ley del INIA (2000), que le asignaba como misión:

…….. la investigación y prestación de servicios especializados para generar y validar los conocimientos y tecnologías demandados por las cadenas agroproductivas prioritarias para el Estado venezolano, ejecuta y promueve la investigación científica, el desarrollo tecnológico, el asesoramiento y la prestación de servicios especializados con miras a contribuir al desarrollo sostenible y competitivo del sector agrícola, pecuario, forestal, pesquero y del medio rural. (p. 2)



Como se refleja en su misión, el devenir organizacional se centraba en la investigación como proceso principal, imperando la cultura impuesta por el gremio de los profesionales que ejercían el rol de investigadores.  El personal administrativo y obrero eran vistos netamente como personal de apoyo sin que para ellos hubiese beneficios que apuntaran a un incremento en la motivación dentro de este personal. Ejemplo de ello lo representa los cursos conducentes a grados académicos (maestrías y doctorados) que eran asignados mediante becas por la comisión de educación exclusivamente al personal de investigación.

Mediante decreto presidencial número 5.379 (2007), se adscribe el INIA al Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras (MPPAT), dicha adscripción vino acompañada dos años más tarde de la ceración interna, por medio de la Junta Directiva del INIA (JDI) mediante resolución número 1313 del año 2009, de nuevas instancias gerenciales tanto a nivel centralizado como desconcentrado, de esta manera pasan otras gerencias a tomar relevancia sobre la gerencia de investigación. Entre ella la Gerencia de Producción y la Gerencia de Participación y Desarrollo Comunitario.

En este caso, los determinantes del ambiente laboral “general” y “operativo” tuvieron influencia sobre el interno de la organización. Salazar, J. Guerrero, J. y Otros (2009) definen estos determinantes como:

El general: Compuesto por los aspectos económicos, sociales, legales y tecnológicos, que influyen a largo plazo en el quehacer de los directivos, la organización y sus estrategias.

El operativo: Que comprende el cliente, el trabajo y los proveedores que ejercen su influencia más o menos concreta e inmediata en la dirección.

El interno: Que abarca el total de las fuerzas que actúan dentro de la organización y que posee implicaciones específicas para su dirección y desempeño. A diferencia de los componentes general y operativo, que actúan desde fuera de la organización, este se origina en su interior. (p.2)
Lo anteriormente descrito por los autores se ve materializado en el hecho de haber sido adscrito el organismo de un ministerio a otro por una decisión política (determinante general), al haber cambiado las líneas de investigación por las determinadas por los productores agrícolas considerados estos como clientes (determinante operativo). Esto generó resistencia en la comunidad de investigadores y se presentó conflictos internos (determinante interno), al no querer asumir procesos desde el ámbito de los nuevos procesos que eran exigencias del nuevo ministerio al cual pertenece el instituto.
Se puede inferir que, la cultura organizacional en el ámbito investigativo, estaba marcado por una cultura de investigación por oferta. Es decir; las investigaciones estaban supeditadas al criterio individual de cada investigador con respecto a lo que ellos creían era prioritario. En contraposición a esto, se introdujo una nueva forma de orientar el proceso y la cultura de investigación, siendo esta la investigación por demanda. Esto significó que los recursos debían estar orientados a proyectos que dieran respuesta a problemáticas que vinieran de las demandas directas de los campesinos y agricultores.
Actualmente, esta situación ha cambiado mediante la incorporación de personal de relevo en el proceso investigativo, los cuales han asumido los nuevos procesos, tanto el productivo como el trabajo con las comunidades, influyendo la comunicación sobre las decisiones que la alta gerencia toma dentro de la organización.   

3. Postura Crítica: Clima y Cultura Organizacional: ¿Se distancian o acercan para el cumplimiento de los propósitos de la Empresa?



     Partiendo de la premisa de que el clima o ambiente organizacional está determinado por los individuos, cargos, actividades del cargo y toda una serie de elementos que intervienen en la conformación de espacio – tiempo. Salazar (2009) indica que el ambiente estará conformado por determinantes generales, operativos e internos.

Cada uno de estos componentes modela la organización, ya que son los aspectos que intervienen en un proceso de intercambio hacia y desde su interior. La interrelación con el entorno es vital en el proceso de definición de las políticas, las estrategias, la identificación de oportunidades, debilidades, fortalezas y amenazas que influirán en la consecución de las metas y objetivos trazados.

Ahora bien, Salazar (ob. cit.) refiere el hecho de que el comportamiento de los miembros de la organización es la resultante no de los conceptos filosóficos de ésta, sino más bien de la percepción que posee el individuo de ellos.

De esta manera se infiere que el clima dentro de la organización es producto de la interacción entre los elementos que distinguen a las personas y a su organización. Esta relación llevará hasta una situación en la que el individuo asuma posiciones con respecto a lo que observa y entiende, con la correspondiente incidencia en los niveles de satisfacción, productividad, calidad, pertenencia y logro de objetivos.

Nuevos modelos organizacionales, a juicio de Lefcovich (2006) se basan en la ruptura de los paradigmas tradicionales. De esta manera la calidad, la capacitación, el desarrollo personal, la pertinencia, el compromiso, la creatividad y la información son considerados activos vitales dentro de la organización. Los viejos modelos verticales, por resultados y poco participativos están siendo desechados.

La evolución que están teniendo las nuevas organizaciones lleva a un mejor clima organizacional, el cual puede implicar una mejor calidad de vida laboral con los correspondientes beneficios ya mencionados en párrafos anteriores. Los nuevos modelos gerenciales fomentan la gestión de la cultura organizacional.

Pero ¿Qué relación guardan Clima y Cultura Organizacional? Una posible respuesta tiene que ver con la interdependencia que estos elementos tienen con el factor humano. Las conductas y valores que cada uno de los miembros de la organización posee serán reflejadas en el comportamiento que tienen dentro de ésta. De esta manera son incorporadas como a la cultura que posee la organización.

A nuestro parecer van de la mano Clima y Cultura. Una cultura consolidada y enfocada hacia el cumplimiento de los objetivos genera un compromiso “más allá de los intereses personales” (Salazar, Ob. Cit.) lo cual redunda en beneficios para toda la organización.
Tal como se mencionó, el cumplimiento de las metas, una mayor productividad, mejor calidad en los procesos y tareas, puede llevar hacia un mayor grado de satisfacción y, muy probablemente, a incentivos, recompensas e incentivos; elementos muy importantes en la generación de un clima organizacional estable y manejable.
Por otra parte, no todas las organizaciones tienen afianzado un clima organizacional o una cultura que les sea favorable. Es tarea de la gerencia adaptarse a las necesidades y responder positivamente a los cambios que nos plantea el entorno. En estos casos Carapaica (2009) propone la elaboración de un diagnóstico previo para definir la situación real de la organización y de esta manera establecer los posibles lineamientos estratégicos que la orientarán.
Uno de los primeros elementos que este autor toma en cuenta tiene que ver con la capacidad de absorción de cambios que posee la organización, aparte de un examen reflexivo y crítico en cuanto a aspectos relacionados con la forma de hacer las cosas, la capacidad de respuesta y por supuesto, la adaptación al cambio.
A partir de estas consideraciones iniciales, el gerente debe convertirse en elemento multiplicador de las visiones y estrategias a implementar. El grado de compromiso de los individuos incidirá, a nuestro parecer, directamente en el nivel de éxito que este proceso tenga durante su ejecución.
Lefcovich (2005) plantea que las empresas deben plantearse revisiones en el statu quo en períodos entre 1 y 5 años, dependiendo de la severidad del cambio. En cualquier caso, la continua evaluación y reorganización de la institución mantendrá, de acuerdo con el autor, niveles adecuados de efectividad, así como un menor costo en los cambios que se deban aplicar en un momento determinado.
Una vez más se observa el choque entre los elementos internos y externos a la organización. Es imposible separarlos. Dependen unos de los otros y son, como ya se mencionó anteriormente, los que modelan y definen la cultura organizacional.


CONCLUSIONES

La gerencia en estos momentos es un proceso el cual responde apropiadamente a la teoría adaptativa debido a que se encuentra sujeta a transformaciones en su contexto. Los líderes emergentes, por su parte,  deben estar preparados para comprender que las organizaciones responden no sólo a los cambios estructurales porque son entes multifactoriales, por lo cual deben ser estudiados y observados como  complejos tanto desde el punto de vista intra y extraorganizacional; sino que por el contrario, también están sujetos a los cambios producto a su entorno como lo es la cultura organizacional y por ende el clima institucional.
El clima interinstitucional, por lo tanto va a representar el éxito o el fracaso tanto en la gestión del conocimiento, paradigma emergente dentro de las organizaciones, como de la gestión holística de la empresa; ya que los factores estructurales del CO ejercen una influencia positiva o negativa dentro de los miembros que conforman la institución a la que se representa. Es claro, que la tendencia de los miembros que mantienen una alta jerarquía de poder de decisión o influencia sobre el resto de los empleados tendrán una alta influencia sobre la percepción de este tema entre el resto del equipo, aunque se debe recordar que el clima organizacional se estudia  desde el comportamiento de los individuos, la estructura organizacional y los procesos inherentes a la organización; así como la tolerancia del equipo de trabajo, las tolerancias a los conflictos laborales e influye, ciertamente, sobre las recompensas esperadas.
Los factores de incidencia negativa están relacionados o vinculados con las estructuras socio – políticas internas, los valores ético – morales de los empleados en virtud de la obtención de una alta calidad de vida organizacional y familiar (implícitamente); lo cual influencia directamente sobre la armonía laboral, el bienestar psico – social del individuo, los cuales establecen proporcionalmente las actitudes y aptitudes del ser humano en su entorno.
Por esta razón, el líder emergente debe estar preparado para ser innovador, debe ser crítico, flexible, dinámico, proactivo, ser vanguardista desde el punto de la visión organizacional como desde su formación de saberes, habilidades y destrezas. De allí que el líder debe poder sopesar la autoridad y la participación dentro de su equipo de trabajo, las relaciones sociales entre los individuos, los conceptos de género preponderantes dentro del arraigo cultural dentro y fuera del entorno, las incertidumbres derivadas de las emociones internas del personal. De igual forma, un buen liderazgo crea confianza y seguridad dentro de la estructura social de la organización, promueve la participación entre sus empleados, crea vínculos de pertenencia, aumenta la seguridad e higiene ocupacional y dinamiza todos los procesos
Las empresas y organizaciones por su parte, deben estar en continua preparación y desarrollar su propia Gerencia de Conocimiento, así como estar preparada para transformarse y dar respuesta al contexto que se está viviendo.
Por su parte, la sustentabilidad económica por sí sola no logrará el éxito de la organización, por el contrario, cada día más organizaciones modifican sus misiones y visiones hacia la responsabilidad social empresarial como respuesta a la globalización y los problemas que esta genera.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


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Contreras, V. (2009). Análisis de clima organizacional en una tienda de autoservicio.  [Documento en línea]. Tesis de Grado, Universidad Veracruzana, Veracruz – México. Disponible en: http://cdigital.uv.mx/bitstream/123456789/28313/1/Contreras%20Galicia.pdf [Consulta: 2014, Julio 03]
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Lefcovich, M. (2005). Empresas tradicionales versus nuevas empresas competitivas [Documento en línea]. Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos23/empresas-tradicionales/empresas-tradicionales.shtml  [Consulta: 2014, Julio 03]
Lefcovich, M. (2006). Superando la resistencia al cambio  [Documento en línea]. Disponible en: www.degerencia.com/articulo/superando_la_resistencia_al_cambio [Consulta: 2014, Julio 03]
Paramo, D. (1998). Culturas Organizacionales orientadas al mercado. Un modelo para su implementación.  [Documento en línea]. Monografías de Administración, No. 51, Universidad de Los Andes, Bogotá – Colombia. Disponible en: https://www.google.co.ve/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CB4QFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.virtual.unal.edu.co%2Fcursos%2Fsedes%2Fmanizales%2F4010059%2Fhtml%2FModulo%2520Cultura%2FLecturas%2FLectura3.doc&ei=MJK4U4fYLOqssATP04GoCw&usg=AFQjCNHCLwBP83HQs0K6qZuwd9po_UkOhA [Consulta: 2014, Julio 03]
Salazar, J.; Guerrero, J.; Machado, Y. y Cañedo, R. (2.009). Clima y cultura organizacional: dos componentes esenciales en la productividad laboral. [Documento en línea]. Acimed, 20 (4) Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1024-94352009001000004&script=sci_arttext  [Consulta: 2014, Julio 03]


 


 





 



[1] Este apartado consiste en una revisión bibliográfica de Contreras, V. (2009): Análisis de Clima Organizacional y Paramo, D. (1998): Culturas organizacionales orientadas al mercado. Un modelo para su implementación


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